jueves, 9 de abril de 2015

Curación de Contenidos


Hace ya unos años que internet se ha colado en nuestras vidas. Al principio era un universo apasionante y un poco oscuro. Encontrar información sobre cualquier tema era complejo, sin imágenes ni sonidos, y eso hacía que tuvieras que introducirte en un mundo plagado de frikis en el que a veces encontrar la información pasaba por demostrar que eras merecedor de ella. Era un peaje para acceder al conocimiento, demostrar que detrás de tu pregunta había un trabajo previo. La ley no escrita de internet decía que a cambio tu también tenías que generar información y colaborar.  
                 Poco a poco  conseguías una colección de enlaces a páginas web imprescindibles e incluso hacías tus  pinitos en la difusión de información.
 Así es como muchos nos fuimos iniciando  en el proceso de curación de contenidos, aunque no creo que entonces se llamara así y desde luego se parece poco a lo que hoy se conoce como curación tanto en calidad y cantidad de la información  como por los medios para obtenerla y difundirla.
El gatillo que disparo el proceso fueron los blogs, mucho más sencillos de crear que una página web y accesibles a muchos más internautas. Aquí nos atrevimos a dar las primeras opiniones y a volcar nuestras primeras investigaciones y recopilaciones de información. Después, por supuesto, las redes sociales terminaron de darle el impulso definitivo.
Entonces la web se fue diversificando, creciendo en progresión geométrica y haciéndose más del pueblo y menos de iniciados. En mi opinión a  partir de este momento es cuando se hacen imprescindible los curadores de contenidos ya que la cantidad de información generada se hizo inmensa y la filtración mucho más necesaria.
Creo que hacer curación de contenidos es realmente difícil. Primero requiere hacerse con una buena red de información sobre el tema o temas de tu interés que de forma más o menos automática te permita recibir la información y empezar el proceso de selección y organización. Desde luego esa red irá creciendo todos los días...(¡Con los marcadores de páginas web me pasaba lo mismo, tengo miles que en la vida he vuelto a mirar! con los feeds y redes sociales esto no pasa.)
En segundo lugar rebotas los contenidos más interesantes o relevantes, muchas veces sin aportar nada nuevo, otras veces interviniendo en debates en las redes sociales sobre la calidad de la información y su pertinencia. 
El tercer paso consiste en generar contenido propio a partir de la información obtenida. Este último es para mi el más laborioso ya que conlleva no sólo una reflexión y análisis crítico de diversas fuentes, sino la generación de un nuevo contenido que debe aportar valor, ser atractivo y creativo.
Es indudable que como educadores la curación es casi una obligación ya que los nativos digitales en general no poseen las destrezas necesarias para filtrar e interpretar la información y esta es una competencia que es importante que adquieran.
Sin duda los verdaderos curadores de contenidos merecen nuestro respeto y admiración y pueden ser nuestra guía para llegar de forma eficiente y diferente a nuestros alumnos.


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